Beliant Pulido: El origamista más joven de Carabobo

Escribir de él hace brotar una sonrisa espontánea. La dulzura, cariño y alegría de sus expresivos ojos te invitan a ser niño de nuevo para jugar con todos sus papeles de colores y crear esas vistosas figuras que parecen simples, pero que al intentar construirlas aprecias las grandes habilidades manuales que hay que tener para realizar este arte moderno llamado Origami.
Beliant Pulido tiene ocho años, nació en la Maternidad del Este un 21 de diciembre de 2007. Su crecimiento fue como un niño normal hasta que a los dos años de edad empezó a dibujar figuras humanas y animales de gran precisión. Su profesora de tercer nivel Ana Arzola, dice que desde el momento que le asignaron a realizar una composición, la de él se destacó con respecto a las creaciones de sus compañeros.
Él además tiene un lenguaje superior a los niños de su edad. Su madre Graciela Yepes, que es docente de artes  industriales, lo describe como kinestésico, con altas capacidades y multifacético. Su hogar transmite estas características por la cantidad de libros, instrumentos musicales y cuadros  con los primeros dibujos abstractos y de caricaturas hechos por el pequeño; aunque su mamá solo le permite ver comiquitas que no tengan contenido violento. Regla que él apoya porque ese tipo de entretenimiento “tiene muchos antivalores”, resalta el niño.
Los primeros dibujos de Beliant reflejan el gran conocimiento que tenía de todos los colores, las composiciones geométricas y humanas. Por eso a los 3 años de edad su madre lo llevó a la Escuela de Arte Plásticas Arturo Michelena.  Aunque su edad no era la suficiente para ingresar a este instituto, sus bosquejos sí. 
El director de ése entonces era el profesor Jorge Rodríguez quien asombrado permitió el ingreso siendo el estudiante más joven bajo la tutela del profesor José Contreras. 
Allí estudió cuatro años hasta que el avance fue tan rápido que se aburría en clase  y por ello decidió retirarse y ser libre de aprender lo que su creatividad le exigiera. 
Para ese fin encontró un aliado: Youtube. Por este medio digital él descubrió su fascinación por el Origami, arte moderno de origen japonés en el que a partir del doblaje de una hoja de papel se crean infinidad de figuras. 
Con este estilo el pequeño origamista crea su mundo de juguetes en pocos minutos.  Trompos de papel, animales mitológicos, dinosaurios, grullas, caricaturas, delfines y gatos, forman parte de su colección. 
Sus materias favoritas son matemática y geometría; pero también le encanta estudiar el universo, el sistema solar, los tipos de estrellas, los agujeros negros y la hipótesis de la existencia de agujeros blancos. 
Esta pasión por la investigación ha motivado a su madre a darle clases extra escolares.  Pero ella también destaca que “el adulto no siempre lo sabe todo”, y enfatiza lo mucho que ha aprendido de Beliant desde su corta edad, aunque algunos adultos,  profesores e incluso niños no aceptan esta idea, reaccionando de forma incorrecta a su manera de ser, en vez de aceptarlo y aprender a tratarlos sin discriminación. 
“El problema es que la sociedad no está preparada para este tipo de niños”, añade  Graciela. 
La primera exposición de arte
El año pasado Beliant fue el artista más joven que se destacó en la exposición internacional “We are sorely of the name of peace” (Estamos en nombre de la paz) promovida desde Turquía con presentaciones simultáneas en países de los cinco continentes, en la cual participaron más de 150 pintores de Venezuela reunidos en el Hotel Hesperia WTC Valencia.
El cuadro que él exhibió mostraba un maravilloso concepto lleno de animales y colores vivos. En principio lo que quería plasmar era “un mundo destruido” de donde seres humanos sobrevivientes a esa catástrofe pasaban a un primer plano donde hay un planeta mejor y en éste el espectador pudiese sentirse también inmerso e interactuar con la composición. La idea era tan compleja que tuvo que modificarla para el evento, pero también resultó una hermosa creación que él acompañó con una cesta de mini origamis con frases escritas extraída del libro “Ami, el niño de las estrellas”.
El reto de recrear el concepto original para la exposición sigue en pie, por ello no descarta la posibilidad de realizar su propia exposición de cuadros para la que sus familiares ya están en búsqueda de colaboradores que apoyen al talento e ingenio de los niños carabobeños. 

Contacto con Beliant por el correo: magrayely@hotmail.com

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