Diferencias entre el cerebro masculino y femenino


La ciencia confirmó que definitivamente el cerebro de los  hombres y el de las mujeres no son iguales, aunque existen casos excepcionales,  está comprobado que tenemos marcadas diferencias que hacen que nuestros pensamientos y reacciones  ante un hecho sean casi opuestas entre sí. Al igual que los gustos y preferencias hacia determinados objetos, profesiones, colores, películas y más (según estudio de la Universidad de Pensilvania). Pero valga la pena aclarar, que ésto no implica que un género sea más inteligente que otro, solo que cada cual tiene más facilidad para desarrollar determinadas tareas, igual de importantes para el progreso de la humanidad.


Las diferencias se vinculan en el sistema endocrino e influencia hormonal, lo que conlleva a que cada quien tenga conexiones cerebrales en diferentes zonas del hemisferio izquierdo y  el  derecho. Estudios demuestran que el hombre tiene más conexiones en la zona delantera y trasera del cerebro, haciéndolos más capaces de conectar lo que ven con lo que hacen, una capacidad de cazador, es decir mayor estructura para la sistematización. Mientras que la mujer tiene más conexiones entre el hemisferio derecho e izquierdo, sugiriendo que por ello puede realizar más tareas de forma simultánea y mejor para lo que implica la comunicación.

La importancia de conocer y estudiar estas características humanas para beneficio de la gerencia y planificación estratégica de las organizaciones, radica en cómo se debe proyectar la comunicación y las exigencias laborales  para cada género, dependiendo de dichas características cerebrales que nos acercan a conocer cuáles son las mejores capacidades de cada ser  y cómo se pueden aprovechar para el logro de las metas, por supuesto también basándose en la preparación académica y experiencia laboral de cada profesional.
Por ejemplo, en la elaboración de una planificación anual que implique problemas matemáticos, es más probable obtener éxito inmediato, si esta tarea la lleva a cabo un hombre. Pero si el trabajo es diferente e implica  actividades simultáneas y creatividad, como por ejemplo se exige en la organización de eventos, está más preparada una mujer, ya que tiene esta cualidad innata.

El ámbito emocional y las diferencias entre hombres y mujeres, es un tema que también debe tomarse muy en cuenta en la gerencia actual. En el caso de la mujer, que posee mayores niveles de emotividad, esto puede ser positivo para lograr empatía con los demás y estimular diálogos de acuerdos, pero también puede ser negativo al momento de recibir expresiones calificativas en determinada labor porque ella reaccionará de forma más intensa de lo que reaccionaría un hombre, además puede no olvidar en mucho tiempo esa experiencia emocional, afectando sin duda su desenvolvimiento laboral. Esto no es sorpresa, por algo el típico refrán “a la mujer ni con el pétalo de una rosa”, sin embargo vemos cada día que en el área  profesional todos quieren hacerse los “fríos”, y aprovechar erróneamente  la “igualdad de género” en espacios donde está más que claro que no somos iguales.

Por otro lado, la emotividad del hombre es diferente, ellos reaccionan con más intensidad ante estímulos placenteros, al contrario que la mujer que reaccionan intensamente a los displacenteros. Por eso tampoco es sorpresa que el impulso sexual de ellos sea 2,5 veces mayor que el de ellas. Así como  también sean naturalmente más violentos en múltiples situaciones.

El individuo masculino posee cualidades específicas que han hecho que en mayor porcentaje sea el género que se posiciona en la alta gerencia de las organizaciones, primordialmente por sus capacidades sistemáticas como ya se mencionó, pero refiriéndonos a las emociones, ellos se benefician de sus bajos niveles porque les permite que en momentos de crisis pueden mantenerse más estables a la carga emotiva y así puedan  manejar  mejor el estrés, por ello ciertamente el hombre está mejor preparado para la guerra en cualquier terreno, como en el de la gerencia organizacional.


En definitiva, hombres y mujeres  tenemos diferencias biológicas innatas que hacen que se desarrollen ciertas capacidades intelectuales de forma desigual, que son muy importantes tener en cuenta al momento de hacer una comunicación, asignar actividades, generar una planificación, entre otras decisiones que definen el éxito de una organización. Al igual que saber complementar las cualidades de cada ser, sin duda es necesario para obtener resultados positivos en el logro de esos objetivos más complejos que exige el ámbito laboral.



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